En los últimos años, el mundo de la bicicleta ha sido testigo de un fenómeno notable: un crecimiento significativo en la participación de mujeres en disciplinas como el ciclismo y el triatlón. Estos deportes han evolucionado de manera destacada, y los números revelan un cambio sustancial en la dinámica de género en estas actividades físicas desafiantes y gratificantes.
Analicemos el número de licencias federativas expedidas en España desde el año 2017 al 2022.
Ciclismo:
En el ciclismo, observamos un patrón de incremento constante en la participación femenina. Aunque hubo un pequeño descenso en 2022, la tendencia general es claramente al alza. Desde 2017 hasta 2022, las mujeres han aumentado su participación en un impresionante 41.38%.
Triatlón:
En el triatlón, la tendencia es similar. Las mujeres han estado aumentando su participación de manera constante, con un aumento del 44.32% en su presencia desde 2017 hasta 2022.
En resumen, los datos muestran claramente que las mujeres están desempeñando un papel fundamental en el crecimiento del ciclismo y el triatlón. A pesar de algunas fluctuaciones en la participación en ciertos años, la tendencia general es de un incremento significativo en el número de mujeres que se unen a estos deportes
Uno de los temas de debate recurrente es la necesidad real de bicicletas diseñadas específicamente para mujeres en comparación con las bicicletas unisex.
Una creencia muy arraigada para justificar la necesidad de bicicletas con geometrías específicas para mujeres es que las mujeres tienen las piernas más largas en comparación con el torso que los hombres, pero no hay ningún estudio científico que avale esa creencia. La diferencia principal entre hombres y mujeres se encuentra en la relación entre el ancho de los hombros y las caderas. Las mujeres tienden a tener una pelvis más ancha que los hombres, lo que puede dar la impresión de que sus piernas son más largas en proporción y unos hombros más estrechos.
Analicemos los siguientes datos extraídos del libro "The Measure of Man and Woman" escrito por Alvin R. Tilley y Henry Dreyfuss, que se centra en el diseño ergonómico y la antropometría, es decir, el estudio de las medidas y proporciones humanas.
Altura: La altura promedio de los hombres es de 174,8 cm, mientras que las mujeres tienen una altura promedio de 161,5 cm. Esto indica que, en promedio, los hombres son más altos que las mujeres, como es ampliamente conocido.
Brazo: Tanto en hombres como en mujeres, la longitud del brazo es del 42% de su altura. Esto sugiere que la longitud relativa del brazo es similar en ambos géneros.
Torso: La longitud del torso es del 26% de la altura tanto en hombres como en mujeres. Nuevamente, esto muestra similitudes en la longitud relativa del torso en ambos géneros.
Altura de la Pelvis: En hombres, la altura de la pelvis es del 53% de su altura, mientras que en mujeres es del 52%. Esto indica que la altura de la pelvis es bastante similar entre los géneros, con solo una ligera diferencia.
Muslo Superior: La longitud del muslo superior es del 24% de la altura en ambos géneros. Esto sugiere que, en promedio, la longitud del muslo superior es proporcionalmente la misma en hombres y mujeres.
Pierna Inferior: La longitud de la pierna inferior es del 24% de la altura en hombres y del 23% en mujeres. Esto muestra que, en promedio, la longitud de la pierna inferior es similar entre los géneros, pero ligeramente más corta en las mujeres.
En resumen, esta tabla muestra que en promedio, existen diferencias notables en la altura entre hombre y mujeres, pero que las proporciones de otras partes del cuerpo, como brazos, torso, altura de la pelvis, muslos y piernas, son relativamente similares. Además, al examinar los datos de mujeres con una altura de 174 cm, se observa que son prácticamente idénticos a los de los hombres de la misma estatura.
Donde si encontramos diferencias es en el tamaño del cráneo y en la forma de la pelvis y las diferencias principales entre la pelvis masculina y femenina están relacionadas con las funciones reproductivas y el parto. Aquí hay algunas de las diferencias más destacadas:
Anchura de la Pelvis: En general, la pelvis de las mujeres tiende a ser más ancha que la de los hombres. Esta diferencia es importante para permitir el paso del bebé durante el parto. La pelvis femenina es más amplia en la parte superior y las caderas son más anchas.
Ángulo de la Sínfisis Púbica: La sínfisis púbica es el punto en el que los dos huesos púbicos se encuentran en la parte frontal de la pelvis. En las mujeres, este ángulo es más amplio, lo que contribuye a la flexibilidad de la pelvis durante el parto.
Forma del Acetábulo: Los acetábulos son las cavidades en los huesos de la cadera que forman la articulación de la cadera. En las mujeres, los acetábulos tienden a ser más orientados hacia afuera y hacia adelante, lo que permite una mayor amplitud de movimiento en las caderas, útil durante el parto.
Ángulo del Sacro: El sacro es el hueso triangular en la parte posterior de la pelvis. En las mujeres, el sacro tiende a ser más corto y menos curvado hacia adentro que en los hombres. Esta forma facilita la flexión de la columna vertebral durante el parto.
Tamaño de la Abertura Pelviana: La abertura pelviana, que es la abertura en la parte inferior de la pelvis, tiende a ser más amplia en las mujeres para acomodar el paso del bebé durante el parto.
Basándonos en estos datos, parece que la necesidad de bicicletas con geometrías diferentes por género no está justificada. Lo que realmente se requiere son cuadros, componentes y equipamiento con tallas que se ajusten a la estatura de las mujeres, así como sillines que se adapten a la morfología de la pelvis femenina.
Es importante recordar que cada individuo es único y es posible lograr un ajuste óptimo a través de modificaciones personalizadas en bicicletas unisex. El papel de un biomecánico que ajuste correctamente la bicicleta es esencial para garantizar que cualquier ciclista, independientemente de su género, obtenga la máxima comodidad y rendimiento de su bicicleta.
En el próximos artículo seguiremos hablando sobre ciclismo y mujer.
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